La clave de cómo se hizo Pokémon GO la encontramos en su sistema de geolocalización, es decir, en cómo se sirve del sistema de posicionamiento global para crear esa realidad aumentada que tan buenos resultados está teniendo.
Pokémon GO no nació de la nada en base a una idea genial sino que está basado en otro juego de Niantic llamado Ingress.
Ingress igualmente se basa en lo mismo, en usar el GPS para crear una realidad virtual para nuestros personajes. En 2012 fue lanzado y consiguió un éxito moderado, aunque evidentemente no es lo mismo añadirle al juego todo lo que conlleva el universo Pokémon, además de otras mejoras.
Así Ingress no tiene Poképaradas ni gimnasios, pero sí unos portales que podemos capturar para nuestro equipo, el cual intentará dominar la zona de esta manera. No obstante Pokémon GO tiene unas mejoras notables con respecto a Ingress, el juego deserrollado por Digital Foundry. Mismamente, Pokémon GO sabe leer datos de clima y por eso se sabe que según la zona en la que estemos y según sea de día o de noche se pueden generar unas criaturas Pokémon u otras.
Otro salto importante está en la calidad gráfica. A pesar de que Pokémon GO no es ninguna excelencia gráfica precisamente, es indudable que mejora a Ingress bastante sobre todo en el color, lo que lo hace más agradable y mejora su jugabilidad.
Supongo que te ha quedado claro que Pokémon GO es un juego revolucionario en muchos sentidos y ha conseguido un éxito rotundo que marca un antes y un después en la historia de los videojuegos para móvil y en general. Más que nada, no por innovar en sí, sino por saber unificar buenas ideas en un proyecto, disponer de grandes recursos y tener una base tan sólida como la de Ingress.